
II/Luis Ugaz G.
Cruzo la tarde me deslizo al laberinto de formas
al centro mismo de la nada que espera
desde siglos con los brazos abiertos
Madre asesina que no tiene boca ni gestos
Avanzo sobre tu gran mano de humo denso
siento la piel cegando de luz mis ojos
que ya no son mis ojos mis labios cansados
sólo tendrán palabras como ríos que conducen
a peces imaginarios hacia un mar dorado
Cruzo la imagen de un desierto de silencio
lluvia de sombras, porqué a mi en esta hora
de la sinrazón, del despertar alejado del nombre
Música que agita la marea corazón desbocado
alondra caída alas derretidas al sol de verano
La nada no es la crucifixión que hemos conocido
Una llave en la puerta abierta de la desesperación
La nada golpea justo al final del poema.
Lucho Ugaz. (Piura) www.ugazpoetry.blogspot.com
Cruzo la tarde me deslizo al laberinto de formas
al centro mismo de la nada que espera
desde siglos con los brazos abiertos
Madre asesina que no tiene boca ni gestos
Avanzo sobre tu gran mano de humo denso
siento la piel cegando de luz mis ojos
que ya no son mis ojos mis labios cansados
sólo tendrán palabras como ríos que conducen
a peces imaginarios hacia un mar dorado
Cruzo la imagen de un desierto de silencio
lluvia de sombras, porqué a mi en esta hora
de la sinrazón, del despertar alejado del nombre
Música que agita la marea corazón desbocado
alondra caída alas derretidas al sol de verano
La nada no es la crucifixión que hemos conocido
Una llave en la puerta abierta de la desesperación
La nada golpea justo al final del poema.
Lucho Ugaz. (Piura) www.ugazpoetry.blogspot.com